martes, 28 de mayo de 2013

Su blanquecina piel dejaba entrever sus delgadas y azules venas,
su olor a música melancólica daba a entender el por qué de su mirada triste en aquellos extraños ojos,
sus delgados labios ocultaron hasta el final de sus llantos sus sonrisa rota,
vivía apagando penas entre quintos de  cerveza,
alimentándose de canciones,
vomitando promesas incompletas,
queriendo traspasar las barreras que ellas misma se imponía,
creando sueños que nunca fueron del todo imposibles y que al mismo tiempo jamás llegó a ver cumplidos.
Maldita sea.
Sus larguiruchos dedos,
sus rodillas hundidas,
su espalda torcida,
fueron sus propias muestras para acreditar su locura.
-Glitter Music.

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